Pedro Luis de Gálvez, el poeta que salvó a Zamora del paredón en JOTDOWN
Julio de 1936. Tras el fallido golpe militar, España comienza a desangrase en dos mitades ante la incrédula mirada del mundo. En Madrid se recogen los cadáveres del Cuartel de la Montaña y se suceden los arrestos de todo aquel que pudiese parecer afín a los militares sublevados.
Ante el caos general y la desinformación, los rumores concernientes a las primeras víctimas empiezan a circular con rapidez, sin que nadie pudiese desmentir o confirmar las trágicas historias. Pronto los diarios extranjeros, sobre todo franceses, dan por muerto al guardameta del Real Madrid y de la selección española,Ricardo Zamora, «el divino», el mejor portero de fútbol hasta el momento y toda una estrella internacional del entonces joven deporte de masas.